¿Por qué las lámparas de techo de plástico son tan baratas? Análisis de materiales, durabilidad y riesgos ocultos
El bajo precio de las lámparas de techo de plástico ordinario se debe principalmente a compromisos importantes en los materiales y en el proceso de fabricación. Antes de instalarlas en casa, es importante conocer sus principales desventajas.
1. Envejecimiento rápido y amarilleo
El plástico común tiene poca resistencia a los rayos UV y al envejecimiento:
- Con exposición prolongada a la luz —especialmente al sol— puede amarillear y volverse frágil en 1–2 años, reduciendo notablemente la transmisión de luz.
- El frío lo vuelve quebradizo, mientras que el calor (como en cocinas o balcones soleados) acelera su deformación.
- Su vida útil suele ser de solo 2–3 años, muy inferior al acrílico (5–8 años) o al vidrio (8–10 años).
2. Baja transmisión lumínica y luz incómoda
El plástico estándar ofrece solo un 70–80% de transmisión de luz, frente al 92% o más del acrílico de calidad:
- Para mantener la luminosidad, los fabricantes aumentan la potencia de los LED, lo que provoca deslumbramiento y zonas de luz desigual.
- Algunos modelos producen una iluminación grisácea que oscurece el ambiente y cansa la vista.
- No es adecuado para dormitorios, salones u otros espacios de larga estancia.
3. Superficie delicada y difícil de limpiar
La superficie del plástico barato es menos lisa que la del acrílico:
- Atrapa fácilmente polvo, grasa y suciedad.
- Al limpiar, se marcan microarañazos que hacen que la lámpara se vea más sucia con el tiempo.
- En cocinas o baños, el difusor puede oscurecerse, volverse pegajoso e incluso acumular bacterias.
4. Seguridad y sostenibilidad limitadas
Las lámparas económicas suelen utilizar plástico reciclado o de baja calidad:
- Pueden contener demasiados plastificantes y aditivos, generando olores fuertes y liberando sustancias nocivas.
- Muchos modelos no cuentan con certificaciones de seguridad y poseen circuitos simples con riesgo de cortocircuito o sobrecarga.
- No se recomiendan en ambientes húmedos.
En conclusión, aunque las lámparas de plástico son baratas, su baja durabilidad, mala calidad lumínica y riesgos potenciales las convierten en una opción poco rentable a largo plazo. Elegir lámparas de acrílico o vidrio ofrece mayor seguridad, mejor luz y una vida útil más prolongada.










