¿Es realmente necesario el nivel IP68 para las lámparas de techo de cocina? La verdad sobre la protección impermeable
Al elegir una lámpara de techo para la cocina, el tema del grado de protección IP es inevitable. Pero, ¿realmente es necesario el IP68? No siempre. Buscar el nivel más alto sin entender sus implicaciones puede llevarte a gastar más dinero de lo necesario y a pasar por alto factores más importantes como la luz, el diseño y el mantenimiento.
Primero, ¿qué significa IP68?
El grado de protección IP se compone de dos cifras: la primera indica la protección contra el polvo y la segunda la protección contra el agua. Cuanto mayor es el número, mayor es la resistencia.
- Primer dígito: 6 (a prueba de polvo) — garantiza una protección total contra el polvo. Incluso en cocinas con harina, grasa o partículas finas, el polvo no entra en el interior de la lámpara.
 - Segundo dígito: 8 (resistente al agua por inmersión) — significa que el dispositivo puede sumergirse en agua durante un tiempo prolongado, normalmente hasta 1 metro de profundidad durante al menos 30 minutos. Es un nivel pensado para uso bajo el agua.
 
En resumen, una lámpara IP68 es completamente hermética al polvo y al agua. Suena bien, pero ¿es realmente necesario para la cocina?
Los verdaderos desafíos de la iluminación en la cocina
En la cocina, las condiciones que afectan a las lámparas no son inmersiones en agua, sino:
- Vapor de la cocción,
 - Salpicaduras de agua cerca del fregadero o la estufa,
 - Grasa y polvo fino que se acumulan con el tiempo.
 
Estas situaciones no requieren un nivel de protección tan alto. Una lámpara de techo con IP44 o IP54 es más que suficiente: resiste salpicaduras y polvo sin el costo adicional del IP68.
Por qué IP68 es excesivo para la cocina
El nivel IP68 está diseñado para entornos extremos: piscinas, baños con humedad constante o zonas exteriores expuestas a la lluvia intensa. En la cocina, este grado de protección es innecesario y suele hacer que las lámparas sean más caras, pesadas y difíciles de limpiar.
Conclusión: el nivel adecuado importa más que el más alto
En la iluminación de cocina, lo ideal es encontrar el equilibrio entre resistencia a la humedad, diseño y calidad de luz. Una lámpara con un grado de protección IP44 a IP54 es suficiente para el uso diario. El IP68 se reserva para entornos más exigentes.
Consejo profesional: en lugar de buscar el nivel IP más alto, prioriza una lámpara con difusor fácil de limpiar y un alto índice de reproducción cromática (CRI ≥ 80). ¡Verás que eso marca una diferencia real en tu cocina!
                    
                    
                    
                                








