Leer antes de dormir es un hábito relajante para muchas personas. Para disfrutar de este momento sin forzar la vista ni alterar el descanso del acompañante, es fundamental elegir un aplique de pared diseñado específicamente para la lectura.

Tipo de cabezal: modelos orientables para un control preciso de la luz

Se recomienda optar por apliques con cabezal plegable o giratorio. Los modelos tipo lámpara de cuello flexible o aplique articulado son especialmente adecuados para la lectura en la cama.

Gracias a su brazo ajustable y a un cabezal que puede girar hasta 360°, la luz se dirige directamente al libro, evitando que se disperse por el resto del dormitorio.

Evita los apliques con cabezal fijo y apertura amplia: iluminan toda la habitación, consumen más energía y pueden molestar a la otra persona.

Diseño de la pantalla: apertura reducida para limitar la fuga de luz

Una pantalla con un diámetro de 10 a 15 cm permite concentrar la luz en una zona de lectura de aproximadamente 0,5 a 1 metro, ideal para el libro y la mesilla.

Es preferible una apertura orientada hacia abajo o con borde antideslumbrante, que limite la dispersión lateral de la luz.

En cuanto a materiales, el vidrio esmerilado o el acrílico suavizan la luz y ofrecen una iluminación homogénea, sin zonas demasiado brillantes ni sombras marcadas.

Sistema de control: interruptor independiente y regulación táctil

Un buen aplique de lectura debe incorporar un interruptor independiente, preferiblemente integrado en el cuerpo de la lámpara, para poder encender y apagar la luz sin levantarse.

Los modelos con regulador táctil permiten ajustar la intensidad según el momento de la noche y el nivel de fatiga visual.

Opción avanzada: algunos apliques ofrecen control por mando a distancia o aplicación móvil, ideales para quienes buscan la máxima comodidad al leer en la cama.